Última actualización 19 junio, 2018
Cuesta arrancar la mañana: tenemos sueños, queremos extender nuestra estadía en la cama, afuera puede hacer frío y si la temperatura acompaña de todos modos están las responsabilidades y obligaciones de la vida ¿Qué hacer? Una gran pregunta que estimula, porque en definitiva nos lleva a pensar sobre el accionar. En nuestro caso, claro está, salir a la calle, ir al trabajo, realizar mínimos quehaceres aunque sea es indispensable, por eso siempre lo mejor es afrontar, aún lo poco grato, con alegría, una buena sonrisa y mejores reflexiones. Bajo esa coyuntura, te presentamos imágenes bonitas con frases positivas para empezar la jornada con motivación. Un material útil e ideal para compartir ¡Imperdible!
Frases optimistas para comenzar el día
Es bueno iniciar la jornada de manera positiva, porque esa verdad hasta pasa por el cuerpo. Nos sentimos ligeros, inexplicablemente felices, todo marcha bien y deberá seguir así, incluso cuando la tesitura se complique. Piensa de esa manera y realmente el cielo será el limite.
La vida es paso a pasito, sin ver mucho que hace el otro. Es que la competencia puede degenerar nuestro derrotero, más pendientes en ganar en una pendencia que en superarnos y cumplir los propios sueños. No mires hacia atrás porque te pierdes; tampoco hazlo al costado.
El ser humano es potencialidad, es indeterminación. Y eso, francamente, es maravilloso ¿Alguien puede aventurar qué es lo que pasará mañana? ¿Dentro de un mes o en porvenires más lejanos? Y salvo que seamos maquinales como autómatas, la respuesta es un rotundo no.
Las realidades de un individuo, según él, pueden ser malas, claro está. Sin embargo, lo que se transfiguró así puede mudar con nuestros ánimos, ganas, con la verdadera pasión de vivir mejor. Un objetivo más que digno y hermoso, sin lugar a dudas.
El futuro realmente es un misterio y veremos qué deparará nuestro accionar y el del resto (no tanto el destino, concepto controversial). Sin embargo, a no amargarse: tenemos bastante con este presente, que si no es un regalo lo convertiremos en tal con actitud y paciencia.
Proyectemos, llenémonos de ideas, pero vivamos como si fuera el último día. En esa mezcla de sentimientos está el absoluto agradecimiento de la vida, la formidable sensación de estar donde uno quiere estar. Podemos lograrlo, siempre.
El pasado está perimido; el futuro es un misterio; ergo, lo único que tenemos es el presente. Sí, esa temporalidad efímera, que se puede dividir hasta el infinito, que no podemos asir ni en un instante debe ser lo más ponderado de todo.
Los pensamientos son todos porque vivimos en ellos y nos desenvolvemos a partir de ellos ¿Qué pasa si son lóbregos y recursivos? Naturalmente nos torturarán; será como ir a todos lados con una carga excesiva en la espalda, con un ancla que no nos deja vivir libres y felices.
Entonces es sustantivo mudar los pensamientos; hacerlos amenos y perfectos para nosotros, accesibles. Pensemos que las materias de la reflexión sea nuestra obra escultórica o pictórica preferida y somos, intempestivamente, esos artistas. Incluso a veces es válido exagerar si el corolario es la salud física y mental de la persona.
Parte de la fortaleza del pensamiento estriba en la comprensión que los designios o sueños no se cumplen de la noche a la mañana. Si es así, bienvenido sea; pero en caso contrario nos deberemos armar de panciencia y sobremanera enjundia. No queda otra: toda perfección en el hombre son erres pulidos, más o menos.
Aprende también y comprende que la vida es inter-subjetiva, es decir, se desarrolla con otros que tienen distintos valores y pueden ser francamente algo malos en más de un aspecto. Hay que soportar con lo ilógico, lo poco natural para uno, lo violento e injusto; pero saber que fuera de ese barro de la historia uno es mejor, mil veces mejor.
Lo hecho con amor, sea pequeño o grande, sale bien siempre. Es que ponemos la vida, sentimos que hay cuerpo y sangre propia en esa obra, en el resultado. Es como vislumbrar con cariño una criatura engendrada por las entrañas de nuestra mente. Sí, hablamos en este último caso de los pensamientos.
A veces grandes resultados merecen enormes disposiciones. Sin embargo, esas ciclópeas disposiciones solo se generan con pensamientos simples, automáticos, llenos de enjundia y fuerza. Sí, repítelo: tú puedes, tú debes, tú puedes. Todo como el manta más repetitivo de la historia de la humanidad.
Debemos preocuparnos por lo que es, por lo que tiene entidad. Lamentablemente al hombre le gusta vivir rodeado de sombras: del pasado y de futuros potenciales, que tal vez nunca se produzcan. No se puede no proyectar, la sociedad nos lleva a eso, es cierto; sin embargo, tratemos de reducir esas fantasmagorías lo máximo que podamos.
Una buena persona no pasa gratuitamente por esta vida, no. Una buena persona cambia a muchos prójimos, un eximio modelo de humanidad entraña admiraciones hasta en los francos enemigos ¿Cómo lo logra? Sabe lo que quiere, lucha por el bien, no molesta y logra todo.
El miedo es gástrico: sí si fuera por éste sentimiento nos quedaríamos encerrados en nosotros mismos, sin dar un paso adelante o al costado. Rompamos esas barreras, que la vida siempre está al otro lado.
No esperamos a ser viejos para comprender que cada jornada flamante es un milagro, otra oportunidad para querer, una nueva experiencia para recopilar y otra chance de decir que queremos a los seres queridos. Quien aprenda eso de joven, será una persona muy grata.
La celeridad puede que sea importante, pero si no se sabe a dónde se va pasa a segundo plano o incluso termina convirtiéndose en un enorme incordio. Mejor es lentitud y objetivo claro, ya que con el inicio y el fin el trayecto está asegurado. De hecho, solo existe trayecto porque hay un final.
Esfuerzo, sacrificio, ese vocabulario es el de casi todas las personas que han hecho enormes cosas en su vida. Y, sin embargo, no te confundas, querido lector: no hablamos de empresarios, de magnates del mundo o cuestiones por el estilo. En la existencia de cada quien la más hermosa y enorme realidad que se puede lograr es cumplir los sueños bien propios.
Debes saber que para cambiar el mundo tu ejemplo es vital ¿Que no alcanza? Ese pensamiento es de mala fe: siempre hay que pensarse como universal y desear que todo lo bueno que haga lo realicen otros. Hay que elevarse en ciertas cuestiones de la mezquina individualidad.
Siempre hay que inciar o, mejor dicho, en algun momento hay que hacerlo. Toma lo que puedas, preparate de la mejor forma; el momento perfecto para eso no existe.
Las oportunidades que se abren son hijas de la acción. En el mismo caminar e incluso tropezar verás como se despliega todo, poco a poco. Sí, es así de simple realmente.
Tu actitud determina absolutamente todo. Es importante que no la descuides. Al contrario: que te escuches, que sientes qué pasa en tu interior y cómo pueden generarse esos malos pensamientos que tanto daño gratuitamente hacen.
El miedo alimenta nuestros fantasmas, que son bien propios; nosotros somos sus creadores. Es casi como cuando de niños veíamos sombras monstruosas en la oscuridad: cuando prendíamos la luz nos dábamos cuenta que eran producto de la imaginación. Usemos una metáfora: esgrimamos la luz de los pensamientos fuertes y matemos esas opacidades.