Última actualización 19 junio, 2018
Múltiples significados para un significante. Ese lema es esencial en linguística y, sin lugar a dudas, lo podemos vislumbrar muy fácilmente en la economía de nuestro lenguaje diario. Pero ciertas palabras (o todas) no son solo significados, son ondulaciones, modulaciones, momentos, emociones, vibraciones; algunas pasan por nuestro cuerpo porque recuerdan coyunturas o tesituras sumamente sustantivas. Amigo es un eximio ejemplo, un vocablo que lo sacude a cualquiera. Amigo es un hermano, es amor, compartir, apoyo, estados anímicos y mucho más. Realmente poco importa la modificación de lenguaje, el cambio de esa sazón propia que le da cada idioma. Te presentamos, entonces, imágenes de amistad con frases bonitas en inglés.
Imágenes de amistad con frases en inglés
La amistad es la amistad, no importa qué clase de idioma utilicemos o donde nos encontremos. Y naturalmente emergen múltiples significados, pero en la esencia es lo mismo: cercanía, amor, compartir, felicidad y cuestiones por el estilo.
Da siempre felicidad saber que no se está solo en el mundo. Es que comprobamos, a la larga o a la corta, que en la soledad puede aquel ser algo frío, tenebroso y escabroso; no dejamos la huella en ningún sitio. En cambio, la amistad, reconforta, hace apacible lo que a priori podría semejarse a una tormenta cruel.
Suele enloquecer al hombre el no encontrar sentido a la vida. Pero eso debe ser bien comprendido: que no tenga sentido a priori no quita que nosotros no podamos dárselo. Recordemos que semejante actitud solo puede provenir del hombre. La amistad, claramente, es parte de ese sentido existencial o propósito.
Los amigos a veces se vuelven tan naturales en nuestra vida que pasan desapercibidos. Pero recordemos siempre un precepto importante: pasar desapercibido, dar por descontado, en cuanto a la amistad, nunca debe equivale a desdeñar, soslayar o dejar de lado. Al amigo, siempre, se lo cuida y mucho.
Cuando te das cuenta que solo hay bromas que puedes hacer con ese amigo, que se utiliza cierto vocabulario particular, que las remembranzas son prácticamente análogas, ahí nos damos cuenta lo cierto de esa frase de Aristóteles: la amistad es un alma en dos cuerpos.
Es que con los amigos creamos pequeños mundos, construcciones bien propiar a partir del mero hecho de compartir que nos distraen, nos dan alegría, sirven para camuflar incluso a veces las tristezas más profundas. Un amigo es la perfecta apoyatura, algo indispensable para cualquier momento de la vida. No hay necesidad de tener muchos amigos. De hecho, no podríamos: la amistad lleva tiempo, parsimonia, instancias compartidas. No podemos realizar eso con cualquiera. Eso sí: quienes se ganen semejante trofeo tendrán que devolver con análogas actividades y pasiones. Ergo, vale mucho más un amigo portentoso que miles falsos o superfluos.
El no ocultamiento, casi como una jugada fallada del mejor prestidigitador, nos da miedo. Ya no hay dobleces, no tenemos ninguna carta guardada. Sin embargo, lo opuesto es cierto, por lo menos con los amigos: no solo hay indefensión, sino seguridad, libertad, de poder ser uno mismo y nunca verse empañado absolutamente nada.
Un mejor amigo no solo es esa persona que te saca sonrisas en los días más grises, sino también el invidivuo que posee información vital de ti, de crucial importancia, pero que sabes que nunca hará nada malo con ella. Es como cederle las llaves de nuestra casa, dar a conocer los arcanos más ocultos; nunca va a sacar ventaja de ello.
Estar con ese amigo no solo en los buenos momentos es una cuota irrefutable de valor y empatía. Sabemos que en las instancias positivas cualquiera puede estar, sin embargo, en las que no sabemos se ven la realidades de las cosas.
Una persona puede cambiar absolutamente todo en nosotros, así de simple. Y por eso ponderamos la amistad, hasta podríamos decirlo estratégicamente. Es realmente una ventaja formidable en un mundo donde priman el egoísmo, la tristeza, la injusticia y la violencia. Ese ese oasis que hallamos en un desierto sempiterno y enorme.
No hay que guardarse las palabras nunca ni convertirse en buscadores del perfecto momento. No, el tiempo se crea, la instancia también. Debemos decir lo que nos surja sobre todo con esos seres que valen la pena, que merecen sentir el cariño meditado y desarrolado.
Sea como sea, sabemos bien, casi como una verdad irrefutable, que la vida es mejor con amigos ¿Y eso por qué? La empiria, la realidad, el ser, nos lo demuestra y siempre es más fácil creen en lo que es que en lo potencial.
Cuidemos la amistad, un verdadero tesoro divino.
En la vida consideramos que hay mucha libertad, poder de decisión que modifica las reglas del juego. Es es cierto, pero a veces el destino nos hace sentir que no es tan asi, ese auténtico reverso de lo primero. Porque el destino es solo una posibilidad propia tomada por otros antes; a veces la amsitad poseen esa cuota de realidad.
Regla perfecta de la amistad: siempre la cualidad superará la cantidad. Es la calidad del momento, su espesor o fortaleza lo que hace al amigo y no tanto importa si son cientos o miles esos periodos. No hay que contar; no es una cuestión aritmética, claro está.
La vida es un enorme, largo, prolongado (en muchos casos) peregrinar. No sabemos de dónde venimos, tampoco hacía dónde vamos. Somos una especie de bastardos sin gloria, pero que sin embargo podemos encontrar estímulos, acicates en el mismo trajinar. La amistad es uno de los más importantes; un plus para que la existencia sea más amena, sencilla, apacible; en definitiva, linda.
Vida con amigos significa aventura. Pero compréndase bien la idea de aventura: no es un hecho extraordinario, un hito tampoco necesariamente; sino simplemente un momento compartido, una hora señalada, una fecha para conmemorar o no, ya que cualquier momento, con el amigo, es digno de recordarse potencialmente y tiene una magia especial.
Hermosa herramienta para ponderar la amistad: si damos por descontado y esa actitud es negativa respecto a los seres queridos, utiliza siempre como recurso cavilar sobre la realidad, pero en ausencia de esa persona. A veces la magia pierde su fulgor, aunque eso no quiere decir que nunca más lo recupere. La mente, en ese sentido, es una gran aliada.
La familia es sin lugar a dudas un concepto sumamente entrañable, algo que decimos y en el mismo pronunciar sentimos desde lo profundo. Bueno, en ese sentido, los amigos son familia que elegimos, es decir, formador por nuestra propia decisión que se refresca a cada momento. Seré lo que soy, ese es el lema perfecto que habla de una amistad siempre elegida.
Y es muy sustantivo en cada paso refrendar a la amistad, volverla a escoger, porque le da todo una actualidad insoportable. El hecho de seleccionar siempre abre la puerta a no hacerlo, un abismo, una ruptura; de ahí que la decisión tenga un espesor que no desestimamos nunca. Hay un vértigo; somos libertad. Hay tópicos recursivos que aburren, justamente porque los conocemos demasiado bien; hay otros, sin embargo, que pese a ese trajinar constante no cansan ¿Será porque son indispensables para la vida? ¿Porque percibimos un sentido práctico o pragmático inmediato? No lo sabemos, pero la amistad cae en esto último. Vale la pena pensarla.