Última actualización 19 junio, 2018
Parece que en Occidente algunas realidades, filosofías, estilos o artes llegan para quedarse ¿Esta nueva tierra que les da vida los modifica? Claro que sí, ya que los usos que el hombre puede darle son excesivamente variopintos. Los mandalas, tal vez, sean el mejor ejemplo, ya que lo que es una sapiencia antigua, con objetos tan específicos como la meditación y su relación con el universo puede volverse en una simple moda, un quehacer que colabora en la relajación. Sea como sea, si es positivo, bueno, edificante, sirve, por eso aquí te presentamos imágenes de mandalas con frases positivas y mensajes para el alma.
Mandalas con frases positivas y mensajes para el alma
Hay actividades del hombre que no tienen un bagaje profundo ni tampoco tiene que tenerlo. Es decir, pintar con temperas, hacer un trabajo sobre relieve o lo que sea no posee una filosofía que lo soporte; los mandalas, en cambio, sí y muy fuerte. Meditación, energías positivas, interconexión entre el sujeto y el universo; son todos tópicos que se repiten sin cesar. Con esto no queremos decir que sea negativo que una persona los utilice como simple atemperar ánimos o aprender un arte. No, porque todo está muy engarzado y los nuevos usos muchas veces enriquecen el valor inicial.
A continuación te proponemos diferentes tipos de mandalas, de este arte con raigambre mayoritariamente budista; pero con una diferencia: poseerán frases positivas, de esas buenas que nos levantan el ánimo y nos hacen sentir mejor. Queremos llenarte, querido lector, de energías buenas, ya que la vida tendría que ser sobre todo disfrute, goce, felicidad.
Analiza lo que tienes ¿Es de tu agrado? Si es así seguramente lo atrajiste; sino es así, puedes modificarlo. En rigor de verdad, todo se reduce a una cuestión energética, de la fortaleza de tus pensamientos y el rigor de tus músculos, lo físico. Lo importante es no dar por hecho una coyuntura negativa porque sí.
Diferencia entre estar ofuscado con la realidad y agradecer. Lo primero es positivo si tenemos capacidad de transformación, de lo contrario sufriremos mucho; lo segundo es sumamente positivo para todo aquello que no dependa de nosotros y también lo que recibimos afortunados, porque da cuenta de una actitud de apertura bella, armoniosa, con el universo.
Algo tan natural, simple y poderoso como la risa ¿Por qué no esgrimimos este arma de manera más seguida? ¿Por qué no abusamos de ella si nos sirve casi siempre? La risa da cuenta de la madurez de su portador y de una visión que entiende al todo como más o menos un juego, como algo que se puede modificar con suma facilidad. La vida es transformación, siempre y cuando también nos aceptemos como transformación.
Los mandalas no tienen un coto reservado, un tópico por antonomasia, un lugar en el que puede desplegar sus poderes. No, en rigor de verdad, como toda filosofía del existir su temática es la vida misma, por ende, múltiples objetos, sujetos, situaciones, realidades, etc.
Es bueno comprender la adversidad como el paso necesario a cualquier cosa, como el costo de la movilización, como el indispensable pasaje hacia nuestros sueños ¿Queremos fáciles todos los cometidos? ¡Es un sueño vano cavilar así! La vida es lucha, sudor, pensamiento positivo, recursividad en el deseo porque semejante reflexionar da cuenta que no nos vamos a movilizar más que para cumplirlo.
Los mandalas también enseñan otra cosa: que la sabiduría del fluir, del dejarse llevar es mejor que la obstinación. Es que la segunda es un volver a intentar cuando claramente ese camino no es el adecuado (lo que no tiene nada que ver con la persistencia); lo primero es dejarse llevar por el viento, es tener la sapiencia de que haciendo eso no hay obstáculo suficientemente fuerte.
El amor tampoco escapa a esta filosofía, de ahí que se recomienden mandalas en los dormitorios porque propenden al bienestar de la pareja. El amor sano, entonces, ama la libertad ajena, lo cual no quiere decir libertinaje, sino sabiduría, apertura para que el otro enamorado nos elija en cada nueva instancia, en cada flamante paso. Eso es el amor y así perdura en el tiempo: coseidad por lo decidido, nada por aquello que se está por elegir.
Todo siempre estará bien si lo pensamos así y actuamos conforme a semejante premisa. Es que la cuestión es bien simple: los fatalismos nunca sirven ¿Cómo puede ser productivo para el alma el pensamiento que da por finiquitado todo? ¿Aquel que nos dice que luchar es vano y que el tren solo pasa una vez? No, semejantes formaciones del reflexionar deben ser soslayadas.
¿Destino o azar? Quizás el azar no exista y todo sea causa y efecto. Aristóteles solía decir que en rigor de verdad pensamos en la suerte o en la desgacia, incluso en lo azaroso, solo porque negamos o desconocemos las verdaderas causalidades, porque en rigor de verdad se nos escaparían. Los mandalas no sostienen una filosofía del egoísmo, algo así como un solipsismo que negaría al otro. No, en rigor de verdad, tiene en cuenta al prójimo y a la realidad entera como universo total. Lo que pasa es que olvidamos que somos el fundamento de cualquier accionar que nos engarce con esa totalidad mencionada.
¿Y si nos repetimos lo que queremos ser? ¿Y si en el pensamiento encontramos el sustentáculo de una creencia poderosa? Lo decimos nuevamente: que esta filosofía esté centrada en el yo no quita que el universo sea absolutamente indispensable, porque somos, estamos interrelacionado con el universo. Luchemos por pensamientos poderosos, ricos y todo realmente será más fácil.
Creer en ti, de eso se trata. Si tú eres la base de tus pensamientos y estos determinan tus acciones, digamos que debes ser el supremo en el universo, una joya que brila; pero debe ser muy cuidada.
Siempre piensa en ser lo mejor que puedes ser, da la mejor versión de ti. La vida muchas veces se reduce a una cuestión de ganas, de energía positiva y eso para vislumbrar un paisaje, para encontrar las felicidades en cuestiones simples, para darse cuenta que la abundancia siempre estará en nuestro alrededor y que debemos ser agradecidos por lo tanto.
Siempre eres grande y nunca pienses lo contrario ¿El milagro del existir? ¿Por qué somos algo y no nada? Tú, querido lector, eres un retazo de materia, un trozo de cosmos que dice yo, que siente, que se enamora, que sueña, que tiene pasiones y logicidad. Sí, eres un auténtico milagro, así como cualquiera, por lo tanto nunca te percibas como menos.
Sentimiento de orgullo genuino: si se te infla el pecho por lo que hiciste, si estas alegre por lo que eres, quiere decir no solo que el camino tomado es el correcto, sino que lo ratificas a cada paso. Cumples, al fin y al cabo, una premisa muy simple: eres lo que fuiste, serás lo que sos.
Estamos despiertos, vivimos el presente ¡Qué difícil empresa! En rigor de verdad, la realidad se parece más a un torbellino, a una vorágine que solo se basa en el común trajinar ¿Por qué no nos tomamos un tiempo? ¿Por qué no detenemos esa rueda interminable para por lo menos sentir la vida? Estar despierto, lo repetimos, sentir el presente con el rigor más absoluto.