Última actualización 19 junio, 2018
Es un simple juego de 22 tontos que intentan, bajo reglas específicas, meter un balón en una especie de puerta con redes que se denomina arco. Sí, más de un intelectual, aparentando ser un marciano, ha querido describir al fútbol de esa manera ¿El resultado? La incomprensión, una soberbia sazonada, una nula voluntad para tratar de entender lo que es una auténtica pasión de multitudes. Es que la vida no se manifiesta para quien con mirada arrogante, desde una especie de vanguardia, entiende que lo masivo es malo, aburrido o tonto. No, realmente todo es más complejo; la belleza eclosiona en múltiples sitios pocos esperados. Bajo esa sintonía te mostramos imágenes de fútbol con frases de amor y pasión.
Imágenes con frases de amor y pasión sobr el fútbol
No hay nada pueril en encontrar en un juego un motivo de existir, un gran acicate para seguir adelante. La vida nos otorga frustraciones a veces al por mayor, tristezas, infortunios, ¿así que por qué no hallar la felicidad en esos sitios un tanto triviales desde una vista ajena? No importa, si a ti realmente te hace feliz.
Pascal, filósofo importante francés, solía decir que el hombre busca cosas para hacer y así no hastiarse ¿Qué sería hastiarse? No es solo aburrirse, claro está, sino formular las grandes preguntas de la vida, esas que le sacan el sueño a cualquiera: ¿por qué estamos aquí? ¿Estamos solos en el cosmos? ¿La muerte es irremediable como la vejez? No, mejor encontrar bálsamos que hagan que esas realidades pierdan rigor.
El fútbol es un auténtico amor, una actividad que nos llena, que comporta gran parte de nuestras acciones y pensamientos. De ahí que pueda asociarse con lo romántico, ya que todo lo que es caro en la vida lo queremos compartir con aquella persona que nos hace tan bien, que cambia el semblante que poseemos para bien día tras día.
Todo deporte, con el fútbol incluido naturalmente, nos enseña la perseverancia, la idea de que siempre hay una segunda o más oportunidades, que una derrota no es la muerte o finalización de nada; sino una posibilidad de mejora, una lección abierta, un paso indispensable para siempre poder aprender ¡Cuánta sabiduría exuda este acto recreativo!
Suele decirse que el tren pasa sola una vez y que si no lo tomas…bueno: ya sabemos la respuesta ¿Pero eso no es una exageración? ¿Semejante sentencia no causa agobio por lo fatalista? Como casi siempre, el mejor modo de actuar es una suerte de justo medio: no pensar que lo bueno acaece a la primera y nunca más; pero tampoco desaprovechar las oportunidades cavilando, falsamente, que son infinitas.
¿Qué es una pasión? Primero podemos anunciar que es una predilección, es decir un acto selectivo que se repeti, frente a otras posibilidades, unas innúmeras veces. Pero semejante definición es fría, un tanto frívola, incluso: en la pasión hay selección y llama, un escoger con tanto amor por lo escogido, una perfecta fijación que siempre nos suma.
Al fin y al cabo lo que hacemos es divertirnos, pasarla bien, encontrar un motivo para soslayar lo malo que puede abundar en la vida. Y no es que seamos escapistas, sino solo que queremos pasarla bien en este largo derrotero que denominamos vida.
Es difícil hablarle de una pasión, que es amorosa, a quien no tiene ni una remota idea de lo que se desarrola, a esa persona que vislumbra con ojos de científico, al mejor estilo antropólogo, las vicisitudes de la cosa en cuestión. Tal vez solo sea abrir el mundo hacia ellos y que estos tengan la semejante bondad intelectual para sentir una gran empatía.
En la vida estamos llenos, pletóricos de amores verdaderos. Tales que no engañan, que siempre están presentes, de esos a los que podemos acudir cuando realmente lo necesitamos. El fútbol es un amor sencillo, con la tremenda ventajada que no cuenta una subjetividad aparte; es la perfección por lo menos para semejantes menesteres anímicos.
La derrota debe ser un acicate o estímulo para seguir intentando y no el fundamento para darse por vencido. En rigor de verdad la excelencia no se llega por otro camino: nadie hace bien las cosas de una, sino luego de muchos errores y fracasos ¿La moraleja? Excelencia es experiencia, repetición y nada más. ¿Qué importa si estamos locos de amor por el fútbol? Te dirán que es malo, dañino, aburrido y vaya a saber uno cuántas cosas más. No lo escuches: hablan sin ese fuego sagrado que se denomina pasión. Lo más trágico, sin embargo, es que a veces ellos, los inquisidores, no tienen ninguna.
Mientras el juego esté abierto, pendiente, desarrollándose, siempre existirá la posibilidad de vencer. Si analizas bien, cualquier deporte, entre estos el fútbol, es un hermoso modo de fortalecer la mente para cualquier otro ámbito de la vida. Es decir, se pueden sacar lecciones jugosas que nos servirán de gran utilidad.
Los sueños a veces no son sencillos de cumplir. Por eso el mejor consejo es no perderse en una meta lejana que ilumina como faro, sino estar atento a cada paso que se da, a ese pequeño peldaño que ahora mismo nos pide pericia. No dejalos de lado el objetivo, sino que nos enfocamos en el camino que nos lleva a aquel.
En el mundo hay pasión y si existe la pasión tal vez la razón brille por su ausencia. De ahí que los odios y las grandes aficiones se sucedan sin cesar, casi a la velocidad de la luz. Cuestiones de juego.
Recuerda siempre esta sugerencia: si dudas de ti, todo estará realmente perdido; lo contrario es igualmente válido (y positivo).
Quien ama realmente algo, lo hace, lo quiere, lo sueña, lo desea, lo repite, se perfecciona y lo posee como el regalo más preciado que pueda habernos dado la vida. Tal vez el ajeno a ese mundo no lo comprenderá ¿Sabes una cosa? No es tu culpa, persona pasional, sino del que quiere ver todo con una frialdad abusiva.
Debes aprender que si tienes un sueño tu eres el responsable de llevarlo a cabo o, por lo menos, acercarte lo más posible a aquel. La conclusión, por lo tanto, es ostensible: sin un soñador no hay sueño, ergo, eres el fundamento absoluto para cualquiera de tus anhelos, sean de la naturaleza que sean.
¿Inmaduro por amar al fútbol? Inmadurez es odiar sin motivo, buscar trampas, engañar, desear el mal a diestra y siniestra. No; amar al fútbol es un acto de cariño y ya sabemos que todo lo que salga de semejantes sentimientos nunca podrá ser malo o negativo.
Esa cuota de seducción adicional que tiene una mujer que ama al fútbol, además de romper con cualquier estereotipo abusivo hacia ellas.
Trabajar es la única manera de poder tener éxito o por lo menos acercarnos lo máximo que podamos a nuestros sueños. Sí, a veces estos parecen asintóticos, imposibles de asir; pero cree que solo es una fachada si hay esfuerzos y grandes denuedos de por medio. Luego vislumbrarás con un orgullo no fatuo los resultados hermosos.
Si hay una idea que enseña el fútbol, es aquella que el grupo siempre predomina sobre el individuo, que lo mejor que puede pasar es que resalte el todo en lugar de la parte. Abnegación, solidaridad podrían ser perfectos sinónimos.
Los grandes amores nunca se reemplazan, una verdad elemental que aprendemos con el tiempo.
El límite está en tu mente. Para conocerlo en la materialidad, en cambio, solo tienes que esforzarte al máximo.