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Imágenes Bonitas con Frases Gratis

Imágenes con frases de Albert Einstein para recordar

Última actualización 10 enero, 2021

«Señor, explíqueme la teoría de la relatividad», le consultaron en la calle a Albert Einstein. Éste, muy amable, la desarrolló sin conseguir que su interlocutor comprendiera. Lo mismo dos, tres cuatro veces, con los máximos esfuerzos del científico. A la quinta oportunidad, el transeúnte entendió. Sin embargo, Einstein aclaró: «perfecto, pero esa ya no es mi teoría». La moraleja es que lo complejo, muchas veces, debe mantenerse complejo; de todas maneras, esta mente preclara que deslumbro el siglo XX aclaró, debatió y profundizó sobre múltiples cuestiones. Te presentamos imágenes con frases de Albert Einstein para recordar. Como siempre, te traemos el mejor material ¡No te pierdas el posteo!

Imágenes con frases de Albert Einstein para descargar

Siempre es bueno aprender, porque estamos sumidos en las más grandes ignorancias. Y si bien ese terreno nunca lo abandonamos, siempre es bueno aumentar un poco el bagaje, debido a que existen ignorancias peligrosas.

Pascal decía que nacíamos plenamente ignorantes y que luego de un largo trecho pasábamos por la sabiduría hasta llegar al estado más elevado que puede aspirar un hombre ¿Cuál era? La ignorancia docta: saber que no se sabe, no ignorar la ignorancia. Entonces, los seres humanos peligrosos son los que se quedan en el medio.

Abrir la mente es maravilloso, por más que genere ciertos incordios. Hacer lo que siempre se hace da comodidad, tranquilidad; pero a la larga obtura todo desarrollo cognitivo.

Usemos más seguido la creatividad, incluso si podemos divertirnos. Ésta se basa en ver lo que no es en lo que es. No es una creación de la nada; pero si el desarrollo de un nuevo orden, otra perspectiva, un vislumbrar distinto.

Las frases son variadas, pero accesibles. Hablamos de entuertos y de pensamientos concomitantes que siempre se suscitan en nuestro fuero interno y que determinan las acciones de cada día. Quizás la diferencia de lo espontáneo y lo meditado (por lo menos una de ellas) es que cuando actuamos a través de lo primero lo hacemos con reflexiones anquilosadas.

Los prejuicios son necesarios porque dan cuenta de nuestra debilidad cognitiva. Sin embargo, es un arma de doble filo, con la cual siempre tenemos que tener en cuenta algunas cuestiones: qué tópico tratamos, la importancia del mismo y las consecuencias de nuestro pensar. En definitiva, no deja de ser una llamada a la responsabilidad para el hombre.

La ignorancia siempre debe ser un acicate para seguir aprendiendo. Y los que piensan que mostrarse así es de idiotas, ya están actuando como tales y no por el simple interrogar.

La relación con la sabiduría es infinita, Hay tanto para aprender que no nos daría el tiempo existencial salvo que fuéramos eternos ¡Pero qué aburrido sería eso!

Pensar es lo más importante que puede hacer un ser humano. No dar por hecho, pasar todo por una criba, analizar, despejar y así hasta que te canses. El ser humano merece vivir la vida si lo hace; el resto es un mero vegetar. Para Pericles el individuo no político era un tonto; para Platón el que no era filósofo tenía un grado inferior. En la actualidad, ¿qué decimos de los que no piensan?

Lograr los objetivos siempre cuesta. No nos vienen dados, por lo menos en la mayoría de los casos. Pero las dificultades hablan de nuestra humanidad y, aunque parezca extraño, de los progresos que efectuamos.

Al ser humano no todo le debe dar igual. Habla de un intelecto activo, investigador, escudriñador hasta lo ínfimo quien se detiene en cada cosa. Y, créeme, querido lector, a esa persona casi nada le da lo mismo.

A veces un trajinar constante en el pensamiento no nos lleva al objetivo y nos agotamos. Tal vez necesitamos un descanso, quizás ese remanso sirva para que nuestra fisiología descubra la verdad por sí sola. Eso podría ser lo más cercano a una revelación, aunque siempre bien humana.

Sé una voz y no un eco. No seas una repetidora, no vivas según lo que dicen, ni leas lo que se debe leer o te enojes como se ofuscan gregariamente. Busca tu originalidad, ya que el ser humano es único, irreductible. Que se exprese tu voz, ya que es tuya y siempre será manifestación de tus deseos. Ser eco es siempre convertirse en un mero esclavo.

Lógica pura: hacer lo mismo siempre te llevará a los mismos resultados. Siempre se necesita una cuota diferencial en el progreso, un algo que está de manera nueva, para que el corolario disienta del anterior.

Busca lo imposible siempre, porque el mero hecho de pensar en ello, de cavilar acerca de su posibilidad es un primer paso. Podemos concluir que lo que realmente es imposible ni siquiera se piensa.

Las palabras encantan, ensalman, embelesan o arroban. Pero no nos tenemos que quedar solo con ellas; utilicemos múltiples lenguajes para vislumbrar algunas realidades.

La oportunidad existe para los ojos que la divisan y el intelecto que acciona. Recuerda siempre que la suerte es amiga de la acción. No hay otra opción.

El pensamiento no tiene que ser triste, abstruso o aburrido. Siempre se puede pensar con pura diversión.

No seas una ameba (con perdón a esos respetuosos animales), sino un ser vivo que actúa, piensa, reflexiona, no da por hecho, no se queda con lo inmediato, no vive del qué dirán y yerbas similares. Tal vez cavilar no sea cómodo, sino una verdadera gimnasia para pocos. De todos modos, siempre vale la pena.

Perverso es quien hace maldad sabiendo que lo es. Por eso las éticas antiguas siempre prefirieron sufrir una injusticia que cometerlas ¿Y qué queda para los cómplices? Es algo terrorífico serlo.

La abnegación y empatía hacia el prójimo es vital. Si pensamos que nuestra vida es un milagro, que somos un trozo de materia que dice yo, no podemos quitarle esa magia al otro. Ese, tal vez, sea el fundamento de cualquier humanismo.

Aristóteles solía decir que si el ser humano llegaba a la perfección, ésta no podía ser más que una serie de errores bien pulidos. No hay vuelta que darle: el error hace que progresemos.

La curiosidad siempre ha sido tenida en cuenta como el primer paso de la sabiduría.

Asombro: los primeros filósofos, denominados por la tradición como físicos, levantaron su cabeza y se asombraron ante la bóveda estrellada, eso que denominados cielo nocturno. Tales, tan ensimismado con la naturaleza, se terminó cayendo en un pozo y fue burlado por una mujer tracia. Pero, recuerda, siempre es bueno volar.

Éxito es la palabra nueva, el vocablo deidad. Pero tú serás exitoso cuando seas valioso realmente.

La memoria sin inteligencia solo da cuenta de su poder, de su capacidad de amotinar, ingerir, sumar y sumar saber acríticamente. Pero la verdadera inteligencia es hacer algo nuevo, darle formas insospechadas, llegar a flamantes corolarios a partir de lo incorporado. Como se ve, son dos realidades muy diversas.

La experiencia siempre será vital. El intelectual en su torre de marfil se equivoca y se sofoca. Hay que salir al mundo, enfrentarlo, observarlo y comprender a partir todo de ello. De lo contrario, se puede caer en posturas que vayan a contrapelo con casi todo y para mal.

Abre tu mente. Entiende que los nuevos saberes pueden generar temores y resquemores, pero a la larga siempre son aire fresco.